domingo, 11 de septiembre de 2011

Satélite a punto de estrellarse.

 Un satélite de investigación atmosférica de la NASA, que se encuentra fuera de control, se precipitará a la tierra en pocas semanas, pero exactamente cuando y donde aún es un misterio.



Se trata del "Upper Atmosphere Research Satellite" (UARS, por sus siglas en inglés), un satélite que estudió la capa de ozono y otros aspectos de la atmósfera terrestre, el periodo dentro del cual se espera que el vehículo espacial impacte va desde septiembre hasta principios de octubre.



Aún así, la NASA se apura en calmar a la gente que pueda tender a desesperarse desde ya y apunta que en más de seis décadas de vuelos espaciales, no hay reportes de lesiones o daños importantes a propiedades a causa de la caída de deshechos espaciales.




El UARS de 750 millones de dolares se encuentra fuera de servicio desde el años 2005, cuando fue decomisado luego de 14 años de servicio. En ese año la NASA ordeno al ingenio espacial utilizar todo el propelente restante para colocarlo en una órbita donde eventualmente se quemaría en la atmósfera en unos 5 a 6 años, por lo que este reingreso no es en absoluto inesperado. Se cree que algunas piezas podrían sobrevivir a la reentrada, esto sumado al hecho de que no se conozca la fecha ni el lugar exacto de impacto ha bastado para que los medios sensacionalistas se movilicen.


Los expertos han comentado que recién cerca de dos horas antes del ingreso se podrá refinar sus datos orbitales lo suficientemente como para averiguar la posible zona donde impactarían algunos restos del satélite, de sobrevivir estos a la reentrada.

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